Ecocidios En México El Pan de Cada Dia

México y sus heridas verdes: los ecocidios que no podemos seguir ignorando

En un país donde la riqueza natural parece inagotable, estamos viendo cómo lentamente se apaga. México, con su diversidad de ecosistemas, especies y culturas, vive hoy una serie de ecocidios silenciosos, a veces ocultos tras discursos de “progreso” y desarrollo económico. Pero detrás de cada megaproyecto y de cada tala disfrazada de urbanización, hay un pedazo de tierra, agua o vida silvestre que ya no vuelve.

No podemos, como sociedad, seguir volteando hacia otro lado.


La Pona, Aguascalientes: el último pulmón que lucha por respirar

En medio del concreto y la prisa de la ciudad de Aguascalientes, hay un respiro verde que se niega a morir: La Pona. Este bosque de mezquites, uno de los últimos relictos de vida silvestre dentro del casco urbano, ha sido cercado, talado y rellenado con maquinaria pesada durante años. Todo, para dar paso a más fraccionamientos.

Vecinos, estudiantes y activistas han alzado la voz. Marchas, amparos, plantones. Una y otra vez exigen lo mismo: que La Pona sea protegida de una vez por todas. Pero la maquinaria no se detiene. Y con cada árbol que cae, cae también la esperanza de un aire más limpio para miles de personas.

  • Empresa involucrada: Próxima S.A. de C.V.

  • Sede: San Pedro Garza García, Nuevo León, México

  • Actividad: Propietaria de los terrenos donde se encuentra La Pona, ha promovido desarrollos inmobiliarios en la zona.

  • Controversia: A pesar de que La Pona fue declarada Área Natural Protegida en 2018, se han reportado actividades de desmonte y urbanización en el área. La empresa ha amenazado con acciones legales contra activistas que defienden el lugar.


Todos Santos, B.C.S.: entre las tortugas y el concreto de lujo

Frente al Pacífico de Baja California Sur, el pueblo de Todos Santos es un lugar donde la tierra y el mar todavía conversan. O al menos lo hacían, antes de que desarrollos turísticos millonarios empezaran a apropiarse de playas, esteros y caminos comunales.

El megaproyecto "Tres Santos" prometía empleos y desarrollo. Lo que dejó fue agua sobreexplotada, caminos cerrados, tortugas sin nido y pescadores sin mar. Hoy, quienes defienden esa costa enfrentan amenazas legales y desalojos.

Pero Todos Santos resiste. Porque el mar no se vende.

  • Empresa involucrada: Mira Companies, filial de Black Creek Group

  • Sede: Denver, Colorado, Estados Unidos

  • Actividad: Desarrollo del proyecto inmobiliario "Tres Santos", que incluye hoteles boutique, residencias y una granja orgánica.

  • Controversia: El proyecto ha sido criticado por afectar ecosistemas costeros, sobreexplotar recursos hídricos y desplazar a comunidades locales. Se han documentado irregularidades en los permisos ambientales y oposición por parte de pescadores y residentes.


Proyecto Saguaro, Sonora: cuando las ballenas ya no cantan

En Puerto Libertad, Sonora, se gesta otro monstruo disfrazado de promesa: el Proyecto Saguaro, una gigantesca planta exportadora de gas natural licuado que conectará el norte de México (con origen en Estados Unidos) con Asia a través del Golfo de California.

Lo que no dicen en las conferencias de prensa es que este proyecto podría emitir 73 millones de toneladas de CO₂ al año. Que su gasoducto pasará por zonas de alta biodiversidad. Que sus barcos podrían cambiar para siempre el canto de las ballenas y la tranquilidad del mar.

Hay científicos que ya lo han dicho claro: si este proyecto avanza, el daño será irreversible.

  • Empresa involucrada: Mexico Pacific Limited

  • Sede: Houston, Texas, Estados Unidos

  • Actividad: Desarrollo de una terminal de exportación de gas natural licuado (GNL) en Puerto Libertad, Sonora, y construcción de un gasoducto de más de 800 km desde Texas.

  • Controversia: El proyecto ha generado preocupación por sus posibles impactos ambientales, incluyendo emisiones significativas de CO₂ y riesgos para la biodiversidad marina en el Golfo de California. Ha enfrentado múltiples amparos legales y oposición de comunidades locales y organizaciones ambientales.


¿Y si el verdadero progreso es cuidar lo que ya tenemos?

Lo más doloroso no es que estos proyectos existan. Lo realmente grave es que muchos de nosotros, como sociedad, seguimos actuando como si no fuera con nosotros.

Nos han acostumbrado a ver la destrucción ambiental como algo lejano, técnico o inevitable. Pero estos ecocidios no ocurren en un vacío: pasan frente a nuestras narices, en nuestros pueblos, y afectan directamente nuestra calidad de vida, nuestro clima, nuestra salud y nuestras raíces.

No es tarde para hacer algo. Pero tampoco tenemos tiempo que perder.

La defensa del medio ambiente no es sólo cosa de ambientalistas o de ONGs. Es responsabilidad de todos. De ti, de mí, de quienes votan, de quienes consumen, de quienes educan y de quienes escriben.

Hoy, mientras lees esto, hay personas en Aguascalientes, en Baja California Sur y en Sonora que siguen resistiendo, defendiendo un árbol, una playa o una ballena. No los dejemos solos.



Un país que permite que su naturaleza muera a pedazos… también va perdiendo su alma.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Blindaje a las Reformas Constitucionales

EL Origen del Dia del Trabajo

LOS LIDERES MAS INFUYENTES 2025